Buenas tardes a todos y a todas
Soy Ana Irma Rivera Lassén, presidenta
del Colegio de Abogados (y Abogadas) de Puerto Rico, y me toca la
responsabilidad del mensaje de cierre de esta actividad.
Se ha repartido una declaración que
expresa los reclamos del pueblo de Puerto Rico, un pueblo que ha sufrido el
impacto de todas las políticas neoliberales y acciones perversas implantadas
por distintos Gobiernos durante las pasadas décadas, y con mayor intensidad,
durante los pasados cuatro años. Como expresa la declaración, muchas de esas
iniciativas han sido tomadas por el gobierno actual del Partido Nuevo
Progresista y algunas fueron iniciadas por administraciones del Partido Popular
Democrático.
Al leer este mensaje, lo hago con el
mayor sentido de responsabilidad y consciente de que la esperanza es el mejor
ingrediente para hacer y construir ese país que soñamos y que nos merecemos
todas las personas en nuestra gran y magnífica diversidad, nuestros hijos e
hijas y todas las generaciones futuras.
Enfatizo,
como dice la declaración, que esto no es un cierre de campaña ni un evento
electoral de ningún partido político: esto es un repudio a las acciones
cometidas en detrimento de los ciudadanos y ciudadanas por parte de diferentes
administraciones ya que muchas de las prácticas que censuramos se vienen
produciendo en el país hace años, sin negar que la presente administración ha
intensificado el maltrato a nuestros derechos civiles y humanos.
Esta actividad es un junte histórico y
diverso a pocos días de las elecciones generales en Puerto Rico para crear
conciencia, para que nuestro pueblo se una, para que defienda y reclame sus
derechos. En el pasado se han organizado marchas y concentraciones por
situaciones de injusticia o por políticas de los distintos Gobiernos que han
amenazado o negado los derechos
del pueblo de Puerto Rico. Así, podemos recordar, entre otras actividades, la
marcha contra la venta de la Telefónica y las marchas a favor de la salida de
la marina de Vieques.
La presente administración ha implantado un
modelo neoliberal aún más fuerte que los gobiernos anteriores. Por esa razón, entidades
de distintos sectores han conformado organizaciones como el Frente Amplio de
Solidaridad y Lucha y la Coalición Todo Puerto Rico por Puerto Rico, entre otras.
Las primeras propuestas para atender la situación fiscal del gobierno surgieron
de estas mismas coaliciones, pero ninguna fue escuchada.
Hoy, bajo las consignas de “Prohibido olvidar”,
“Que no se repita” y “Puerto Rico no se vende”, queremos dejar saber a quienes vengan a gobernar,
permanezcan o aspiren a
administrar el país, que vamos a estar vigilantes… Que estas políticas neoliberales
no pueden seguir adelante en detrimento del pueblo de Puerto Rico.
La palabra neoliberalismo se usa mucho y
la estamos usando aquí en esta actividad. ¿Pero qué es eso? El neoliberalismo
es una ideología política y económica desde la cual se organizan las políticas
públicas en lo relacionado a la función del estado (el gobierno) con respecto a
temas importantes que impactan nuestra calidad de vida como el empleo: la
salud, la vivienda, la educación, la protección de la tierra o el
ambiente. Para el neoliberalismo,
el centro de las decisiones es el mercado, por lo que los estados o gobiernos
no deben intervenir, o intervenir lo menos posible, con esas fuerzas del
mercado. El efecto neto de esa
visión económica es que amenaza y choca con otros conceptos, como son los del
bien común y la justicia social.
Buscando como poner esto en palabras sencillas, me encontré con una
lista que resume muy bien los efectos de las políticas económicas neoliberales.
Voy a leer parte de la lista, a ver si a ustedes les suena conocido.
· La concepción del ser humano como
valioso únicamente por su capacidad de generar ingresos y tener éxito en los
mercados.
· Incentivar la carrera por poseer y
consumir.
· La exacerbación del individualismo y de
la competencia, llevando al olvido el sentido de comunidad y destruyendo la
integridad humana y ecológica.
· Restringir la intervención del estado
hasta despojarlo de la posibilidad de garantizar los bienes comunes mínimos que
se merece todo ciudadano o ciudadana por ser persona.
· Eliminar los programas generales de
creación de oportunidades para todos y todas, sustituyéndolos por apoyos
ocasionales a grupos focalizados.
· Privatización de empresas bajo la
premisa de que la administración privada es mejor que la pública.
· Abrir las fronteras para mercancías,
capitales y flujos financieros dejando sin suficiente protección a los pequeños
productores.
· Eliminar obstáculos que podrían imponer
las legislaciones que protegen a los obreros y a las obreras.
· Liberación de impuestos y de
obligaciones a grupos poderosos.
Si alguien tiene duda de lo que se trata,
entonces es importante recordar las
acciones de esta visión económica en Puerto Rico, tanto anteriores como la más
recientes, ya que resumen años de políticas públicas neoliberales llevadas a la
expresión más indignante contra nuestro pueblo. No podemos olvidar y que no se repita:
La aprobación en el 2009 de la Ley 7,
mediante la cual se declaró un “estado de emergencia” y se dispuso el despido
de 30,000 empleados públicos. Subrayamos que la mayoría de esos ciudadanos están sin trabajo todavía y la
mayoría de las personas despedidas fueron mujeres.
La anulación de los convenios colectivos
y de derechos adquiridos de los trabajadores y trabajadoras.
La Ley de las Alianzas Público Privadas
para privatizar bienes y servicios públicos.
La Ley de Permisos, que lanzó un duro
ataque contra los procesos de planificación y penalizó la participación
ciudadana, dejando sin protección los recursos naturales y los bienes de
dominio público.
El intento de eliminar la disidencia o
imponer mayorías mediante el aumento en número de personas en la Junta de
Síndicos de la Universidad de Puerto Rico, en la Directiva de la Asociación de
Empleados de Estado Libre Asociado y en el Tribunal Supremo de Puerto Rico.
La reducción del presupuesto de la
Universidad de Puerto Rico y la imposición de una cuota de $800.00. No podemos
olvidar la agresión abusiva y criminal a las y los estudiantes universitarios.
Además de su presidenta, el Colegio de Abogados también participó de la marcha |
Casa Pueblo y Toabajeños contra el Gasoducto también dijeron presente! |
La reciente aprobación del Código Penal que,
entre otras cosas, amenaza derechos democráticos como lo son el derecho a la
disidencia y a la libertad de expresión.
La pérdida de 100 mil empleos. En consecuencia,
decenas de miles de hombres y mujeres se ven forzados a ingresar a las filas de
la dependencia, a las actividades económicas informales o ilegales y a la
emigración.
Las condiciones deplorables de las
profesoras y los profesores en el sistema público de enseñanza.
La privatización de los haberes del
pueblo.
El intento de líderes, tanto del PNP como
del PPD, de quitar el derecho constitucional absoluto a la fianza.
La violencia y la criminalidad que se han
disparado con récords históricos de asesinatos.
La crisis, precisamente, que vive el
pueblo de Puerto Rico hace aún más necesario contar con los servicios públicos
que las políticas neoliberales han ido desmantelando en los pasados años hasta
hoy día. Está prohibido olvidar las promesas de campañas que nos hacen todos
los partidos, las violaciones de derechos y de atentados contra la estabilidad
emocional y física de todos los sectores del país. Está prohibido olvidar los
grandes sectores corporativos, financieros y su poder económico sobre políticos y partidos.
RECLAMOS
La declaración de esta marcha expresa
reclamos y exigencias a todos los partidos políticos y a aquellas personas que
aspiran a puestos electivos. Quiero que miren a su alrededor. Si ven alguna
persona que ocupe o aspire ocupar un puesto , mírenle bien el rostro, porque
estar aquí no significa un endoso de esta marcha a sus aspiraciones políticas o
a su partido. Debe significar lo contrario, un endoso de esa persona a los
reclamos de esta marcha. Por lo que, si gana, debe estar dispuesto o dispuesta
a un proceso de rendición de cuentas de estos reclamos:
- que se reviertan las políticas neoliberales adoptadas por la administración actual de Luis Fortuño,
- que se abandone todo intento de imponer el neoliberalismo como agenda de país,
- que se nos devuelvan a todos los hombres y mujeres que aquí vivimos nuestros derechos democráticos, con un énfasis especial en la libertad de expresión,
- que se adopte un estilo de gobierno de participación, inclusión y respeto a la diversidad que incluya el acceso a la información y la transparencia en las decisiones del gobierno, de tal forma que se facilite y estimule la participación ciudadana,
- que se detenga la política de desmantelamiento de las Procuradurías, de la Oficina de Comunidades Especiales y de otras instituciones que prestan servicios esenciales a nuestra ciudadanía,
- que se garantice la participación ciudadana en la toma de decisiones que incidan en nuestros derechos humanos, nuestra salud integral, nuestro ambiente, nuestra educación, nuestros derechos laborales, en fin, en nuestra dignidad para, así, tener la calidad de vida que merecemos,
- que se fortalezcan las instituciones democráticas,
- que se mejore la prestación de servicios, ya sean los mismos de infraestructura o de aquellos de los que dependen la salud y bienestar de nuestro pueblo,
- que se respeten las garantías de un estado de derecho.
- que cese todo discrimen por origen socioeconómico, étnico, racial, nacionalidad, de género, de orientación sexual o por distintas capacidades físicas y sensoriales,
- que se den garantías de una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas y se implanten, de manera coordinada y con los recursos necesarios, las políticas públicas para eliminar la violencia de género en todas sus manifestaciones,
- que se respeten y establezcan, como política pública, leyes para el desarrollo sostenible, para que se detenga la destrucción de nuestros recursos naturales y de nuestros suelos agrícolas, y la privatización de nuestras playas y costas,
- que se detengan los desalojos de las comunidades pobres y se estimule y garantice la participación ciudadana en la elaboración y ejecución de planes de construcción y desarrollo de sus comunidades
- que se le haga justicia a Vieques, que se descontaminen, se rehabiliten sus sistemas naturales y se atiendan sus necesidades de salud y de desarrollo socioeconómico,
- que se garanticen los fondos y los mecanismos para que nuestras escuelas estén bien equipadas, se pague mejor a los maestros y maestras y para que la producción cultural, en sus distintas vertientes, se desarrolle plenamente,
- que se asegure el respeto a nuestros derechos humanos, incluyendo el derecho a un pleno desarrollo económico, social y cultural, partiendo de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de otros instrumentos internacionales,
- que se respete un estado laico que garantice nuestra libertad de credo y de conciencia, sustentado en el respeto a las múltiples y variadas creencias religiosas de nuestro pueblo amplio y diverso,
- que se cree e implante un sistema de salud universal y se reconozca el derecho a la salud,
- que se detenga el proceso de privatización del Aeropuerto Luis Muñoz Marín y no se privaticen el Centro Médico, la Autoridad de Edificios Públicos y Energía Eléctrica, entre otras,
- que se restituya el dinero malgastado en el gasoducto,
- que se desarrolle una cultura de paz fundamentada en la negociación y la creación de consensos para atender los asuntos sociales, económicos y culturales del país, tan impactados por la crisis económica.
Todo
esto es lo mínimo que debemos reclamar para que el país establezca un futuro
luminoso con bienestar para todos y todas. No aceptemos promesas huecas. Hoy
hemos expresado, como país, el contenido de lo que queremos como programa de
futuro. Hoy, también, en muchos países del mundo se ha expresado la esperanza
de futuro en las acciones y las voces diversas que salen desde la misma
ciudadanía. Las actividades de las indignadas y los indignados en todas partes
del mundo, en sus diversas maneras de expresión, han conmocionado incluso el
destino político de algunas naciones. La
indignación de nuestro pueblo debe oírse también. Somos nosotros y nosotras los
que construimos el camino, por eso “Puerto Rico no se vende”, Que no se repita” y “Prohibido olvidar”.
Incluimos más fotos sobre el evento!
Incluimos más fotos sobre el evento!